domingo, 20 de septiembre de 2009

El dilema de ZP, ¿subir o bajar los impuestos?


El gran dilema de los gobernantes en tiempos de crisis económica es si deben subir o bajar los impuestos. Si los subimos, piensan algunos, recaudaremos más dinero y con ello podremos construir puentes, subvencionar parados y afrontar nuestro déficit.

Si los bajamos, aducen otros, la gente tendrá más dinero, gastará más, las empresas contratarán más trabajadores porque venderán más y el estado al final recaudará más dinero por el IVA, IRPF, etc.

Es como el famoso dilema del prisionero que se usa en clases de filosofía. Hay dos presos que han cometido un crimen. La policía los interroga por separado y le dice a cada uno: si confiesas y delatas a tu amigo, entonces te dejaremos libre.

En ese momento, cada prisionero piensa: "Si esto también se lo han propuesto al otro, entonces podrá incriminarme y seré yo el que vaya al trullo". El dilema consiste en tomar una decisión basada en acertar lo que el otro está pensando. ¿Acertarán?

Lo mismo pasa con ZP: piensa que si sube los impuestos, tendrá dinero para cubrir la cantidad de gastos que se le viene encima, pero tiene la duda de si, al hacerlo, los españoles responderán de forma diferente a como él espera. ¿Se retraerá el consumo? ¿Los comerciantes venderán menos? ¿Habrá más paro? ¿Produciremos más déficit todavía? ¿Gastaremos incluso más? ¿Nos iremos al carajo?

ZP espera que sea lo contrario. Antes de hacerlo, en cualquier caso, sería bueno que se leyera este artículo sobre la curva de Laffer: es la solución al enigma del prisionero de los impuestos. Los impuestos hay que ponerlos siempre a un nivel en el cual se recaude lo máximo posible, sin dinamitar la actividad económica.

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