domingo, 3 de octubre de 2010

Krugman: "Los déficits han evitado que caigamos en el abismo"

Una de las noticias más leídas este domingo en el diario El País ha sido la firmada por el economista Pual Krugman. Se titula "¿Por qué seguimos cayendo, el cual co firma con Robin Wells.
Sorprende que la economía sea tan popular. Más sorprende saber que el artículo es bastante largo. Esa sorpresa solo tiene una explicación: la gente sigue demandando análisis de las causas de la crisis, y quiere que alguien le señale la salida.

El artículo narra en la primera parte cuáles fueron las causas de la crisis: bajos tipos de interés, mucho endeudamiento, especulación con productos sofisticados... Los autores critican que la mayor parte de los libros sobre la crisis se dediquen a explicar las causa, pero no a apuntar las salidas.

Cuando escribí mi libro sobre la crisis, hace más de año y medio, el editor me obligó a escribir un capítulo donde señalara por dónde podíamos salir. No me resultó fácil pero lo hice. Entre otras cosas propuse que el estado siguiera invirtiendo por medio de la deuda, y que no pasaba nada si se hinchaba el déficit. Ya nos recuperaríamos: lo importante era devolver la confianza al país.

Casualmente, eso es lo que dicen Krugman y Wells. La crisis en realidad ha sido muy profunda, y se ha evitado el gran colapso porque los gobiernos han aumentado su déficit fiscal.
Cita Krugman a un economista de Nomura llamado Koo, citado también en este blog hace más de un año, quien afirmaba que el problema para salir de la crisis es que el sector privado estaba muy endeudado. Familias y empresas estábamos de créditos e hipotecas hasta las cejas. Y hasta que no liquidásemos buena parte de esos compromisos, aquí no se movía nada. (Lo llamaba balance sheet, que es el patrimonio, diciendo que estaba muy apalancado, a saber, dominado por las deudas).
Razón de más, dice Krugman, para que los estados se endeuden y hagan de motor económico.

"¿Y cuál es la solución? A corto plazo, la única forma de evitar una recesión profunda cuando casi todo el mundo en el sector privado está tratando de pagar su deuda simultáneamente es que el Gobierno se mueva en la dirección contraria: que se convierta, de hecho, en el prestatario de último recurso, emitiendo deuda y gastando más a medida que el sector privado se retrae. Cuando el momento Minsky es más intenso, los déficits presupuestarios no solo son buenos, son necesarios. En realidad, el aumento de los déficits presupuestarios en todo el mundo entre 2007 y 2009 posiblemente fue más importante aún que los rescates financieros para evitar que la crisis del mercado inmobiliario desencadenase una repetición de la Gran Depresión en toda su magnitud.

Por cierto que, este aumento repentino de los déficits presupuestarios no se debió principalmente a los esfuerzos deliberados por estimular la economía. Al contrario, los factores principales fueron la caída de la recaudación fiscal a medida que las economías se hundían y, en segundo lugar, un crecimiento de los pagos automáticos como los subsidios por desempleo. En EE UU, el déficit federal bianual de 2009-2010 rondará los 2,5 billones de dólares; el plan de estímulo de Obama representa menos de un cuarto del total.

Por tanto, los déficits presupuestarios han evitado que caigamos en el abismo."