domingo, 7 de febrero de 2010

Malas noticias: nuestra economía no se hunde

Lo siento, amigos. Me acaban de decir que nuestra economía no se hunde. A pesar de la decena de editoriales, noticias, análisis e informes que ponen a la economía española a la altura de las peores del mundo, las cosas no están tan mal. Oh, lo siento.

Es decir, las cosas están mal. Pero no TAN MAL como para pensar que no vamos a pagar nuestras deudas, que estamos arruinados, que no tenemos palabra, que nuestras cuentas son un desastre...

Hay mucha gente que, dentro de la crisis, está hundiendo el barco más de lo que merece. Para estas personas, constatar que la economía no se hunde es una mala noticia. Les encantaría que se hundiese.

Yo he sido catastrofista en el grado que hay que serlo. Quizá me he pasado alguna vez, pero he tratado de criticar al gobierno en donde más falla: en tardar en reaccionar.
Así lo he dicho por algunos foros y en la radio. He reconocido que lo más urgente es luchar contra el paro, que el gobierno no toma medidas, que los sindicatos están en el limbo y que si no hacíamos nada, este país iba a producir más paro y más calamidades.

Pero también he dicho que no me parece preocupante el nivel de deuda, ni el nivel de déficit, ni las emisiones de deuda.

Solo me preocupa la tasa de paro porque ese es el principio del fin. O el fin del principio. O lo resolvemos, o nos tiraremos de los pelos. ¿La Bolsa?
No me preocupa lo más mínimo. No es síntoma de nada. Está llena de especuladores y ese no es el mejor médico para medir la temperatura del país.
Y para demostrarlo, os voy a dejar los dos últimos párrafos de un artículo extenso aparecido hoy en El País.

"Y es cierto que los datos relativos al riesgo sobre las finanzas públicas distan de ser alarmantes. La deuda se sitúa en el 52% del PIB, la más baja de la eurozona. El coste de la financiación está en niveles históricamente bajos: un 1% de diferencia con la deuda alemana, cuando de 1992 la deuda española se pagaba un 7% más cara. "Pero esas cifras empeoran a toda velocidad", apunta Manuel Balmaseda, economista jefe de Cemex. "La última subasta de bonos -que supuso un encarecimiento sustancial de la deuda española- es una pésima señal que indica por dónde van los tiros", asegura. El castigo sobre la deuda ya es evidente, "pero más allá de esas cifras el problema es que los mercados transpiran desconfianza para con España". "Es verdad que el batacazo es excesivo, pero tiene que ver con que las Bolsas piensan que España ha perdido el tiempo y que va a ser muy difícil pactar los ajustes por todo el ruido que hay".

Credibilidad. Confianza. Liderazgo. Son palabras que los expertos reclaman al Ejecutivo una y otra vez. Porque lo de los mercados, siempre insaciables, parece un caso perdido. "Algunos se empeñan en decir que el riesgo es España: al final los inversores toman nota y se ensañan sin reparar en matices", dice el ex secretario de Estado Alfredo Pastor. "Alguien va a ganar mucho dinero con esto, que es, una vez más, un acto de increíble irresponsabilidad colectiva de los mercados", concluye Charles Wyplosz, del Graduate Institute".

1 comentario:

  1. Se puede entrever que a los de "El País" no quieren ver la realidad. Se escudan en datos que les interesan y descartan los que no les vale para su tesis que, a su vez, es su hipótesis. P.e ¿Puede ser que esto sea "X"? Hipótesis: "X" es cierto. Ahora la prueba de que puedes ser "X."
    Como con Franco: Los extranjeros conspiran contra España. ¡A por ellos! En vez de ir a la Plaza de Oriente compremos de alguna manera a los periodistas. Ahora todos los periódicos a una: ¡Viva España! Arriba la GRANDEZA de Felipe II!
    PS. Acabo de oir a Pajin en un canal, de los mismos grupos de siempre, haciendo una euiparación entre la Selección "española" de fútbol y España, ¿No te digo?

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